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PEGGING: CUANDO ELLA DA Y EL HOMBRE RECIBE

  • Foto del escritor: Monte de Venus
    Monte de Venus
  • 4 mar 2019
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 4 mar 2019

Los tiempos siempre están en constante cambio, los tabúes y paradigmas del pasado se han derribado uno a uno, dando origen a una sociedad cada vez más despierta, la cual no duda abrir las puertas de la experimentación, y en el sexo, no hay excepciones.


El pegginges una práctica sexual en la cual la mujer, con ayuda de un consolador o cualquier otro dispositivo sexual, atado con correa a su área pélvica, penetra analmente al hombre heterosexual.


Pegging, cuyo origen etimológico proviene de la palabra pegge y pronunciación es peg, tiene su origen en el holandés y alemán, ambos con el significado de clavija. Sin embargo, la atribución de este término a la intimidad no fue hasta con el columnista Dan Savage, quien originalmente denominó esta praxis como BOBing, haciendo referencia a la película Bend Over Boyfriend, en la que se desarrolla este tema. Sin embargo, la palabra no prosperó y fue sustituida por pegging a elección de sus lectores.


Expertos en el tema afirman que este tipo de relaciones brinda un sentido de igualdad en la pareja. Por otro lado, ha crecido la creencia de que el hombre que practica el pegging en realidad es homosexual; en su defensa, quienes lo practican afirman que es una forma de disfrutar y mejorar el coito con la pareja en una relación completamente heterosexual. Apoyando esta postura, la sexóloga y educadora sexual Ana Lombardía afirma que “la orientación sexual no tiene nada que ver con qué partes de tu cuerpo te gusta jugar, experimentar y disfrutar, sino con qué personas te sientes atraído”.


Los hombres que lo han experimentado aseguran que es un acto muy satisfactorio, siendo capaces de llegar al orgasmo y a la eyaculación, debido a la estimulación del famoso punto P, el punto G masculino. Por su parte, las mujeres que lo realizan sostienen que a nivel psicológico les brinda la fantasía y placer de ser ellas quien portan el rol activo o dominante de la relación al marcar el ritmo.


A nivel físico, también es satisfactorio porque dichos arneses pueden ser de doble dildo o con texturas en su base, generando que con el movimiento ambos estimulen de igual forma sus genitales. Hoy en día, existe una gran variedad de juguetes sexuales que permiten a las parejas una mayor posibilidad de tomar decisiones y elegir a un aliado.


Las parejas que lo han probado comentan que existe un intercambio de energía, mejora en la comunicación y vida en común, al ser una experiencia sexual muy completa, donde existe compromiso y unión. De otra forma, el pegging no es para todas las parejas, pues algunos hombres se pueden sentir denigrados, molestos o a la defensiva, lo cual resulta ser bastante interesante en la dinámica social, porque el género femenino es aquel que cede y no adopta una posición sumisa.


Actualmente, un mayor número de hombres heterosexuales están aceptando que la estimulación de la próstata es otra forma de alcanzar el placer y no es algo exclusivo que defina a un hombre como homosexual.


Para aquellos que se encuentren interesados en practicarlo, deben comprender que es una experiencia donde los dos miembros de una pareja deben estar de acuerdo. Bajo ninguna circunstancia se debe forzar la situación, porque al final de todo, forma parte de una intimidad compartida, donde los límites sexuales están en la imaginación y al ser un juego de roles, deben crearse acuerdos.



Sex Trends

Eduardo Bautista

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