LA HISTORIA DEL OJO: EL SEXO BAJO UN DESAFÍO MORAL
- Monte de Venus
- 25 jun 2019
- 3 Min. de lectura
Erotismo crudo define esta pequeña historia sexual, la Historia del Ojos, de George Bataille, es una obra literaria de naturaleza erótica que explora la sexualidad juvenil, en su expresión más liberal, que ante los oídos de un publico sensible, puede ser considerada plenamente pornografía, pero que a medida se interpretan las palabras, se puede deducir un despertar sexual, repleto de escenas subjetivas y sugerencias, a las que no todos pueden ceder, pero que dejan ver el deseo y una ambición sexual poco convencional, en la que cualquier lector, a conciencia o no, puede resultar alarmante, frente a sus letras transgresoras.
El texto se desarrolla en torno a dos jóvenes que, al mismo tiempo de su despertar sexual, experimentan el placer corporal sin ningún límite de razón o conciencia, algo que no es fácil de digerir, pues sus protagonistas llevan la excitación a niveles extremos, incluyendo elementos de la vida cotidiana y en el juego, a través de ellos una reflexión de frenesí y extraordinaria declaratoria de sexualidad, transportando a límites comparables con la muerte, pues en un estado de inmoralidad, viven experiencias que les hacen dependientes a un abismo de sensualidad cegadora.
Una historia que hace reconsiderar los límites poco explorados del cuerpo, y hasta cierto punto las manías que puede desarrollar un ser humano a lo largo del tiempo, y que, en determinado punto, resultan difícil de imaginar por su complejidad de entender a dos personajes, cuya sexualidad viven a tan pronta edad, pues ambos se mueven por los dieciséis años. Eh aquí el origen de su título, El Ojo, algo tan simple como la observación puede resultar desafiante y estremecedora, a la vez puede resultar excitante y adictivo.
“A partir de esa época, Simona contrajo la manía de quebrar huevos con su culo. En el momento en que el semen empezaba a caer y a regarse por sus ojos, las nalgas se cerraban, cascaban el huevo y ella gozaba mientras yo me ensuciaba el rostro con la abundante salpicadura que salía de su culo”.
El ojo, una figura misteriosa que admira el desarrollo amoroso que viven estos jóvenes, a través de su experimentación, hace referencia al órgano por el cual entran los sentidos de atracción, excitación, porque recuerda el instinto sexual de admirar la belleza en espectáculos, y en el caso de la historia, poco convencionales y poco agradables, pero que explotan la definición de perversión humana, enmascarados bajo la inocencia y el auto-descubrimiento de dos adolescentes.
Una analogía con un ritmo poco sano y despreocupado, hace que cuando la muerte parece ser más cercana, la vida surge con mayor potencia; y crean una convivencia violenta y peligrosa, en la que el ojo es un personaje vigilante y testigo de aquel idilio que desarrollan los jóvenes. Un proceso de atracción y amor basado en el cuerpo y el sexo desmesurado, en el resumen la fragilidad de su existencia, a tan solo letras de expresión orgásmica, que, en determinado, se ve la consumación de sus deseos y tendencias impúdicas, al éxtasis multifacético.
Con sus detalles y elementos escabrosos, provocativos, una naturaleza amoral y una sensación constante de despreocupación por la sutileza y belleza, dejan a un relato de provocación cuyo mayor recurso, es la picardía. Como tal, hoy puede ser considerada pornografía, pero en el contexto de su escritura, alrededor de los años 20, sus escenas buscan un despertar perverso y morboso en sus lectores.
Una lectura para aquellos que no le temen a la frialdad de las palabras y a la naturalidad de la obscenidad, que roza la demencia y la razón, pues no es fácil de asimilar hasta qué punto es un sentido puro de vitalidad y al otro de enfermedad u obsesión sexual.
Pero bajo cualquier circunstancia, la historia no debe ser entendida tan solo como dos jóvenes traviesos que descubren placeres y misterios del sexo, pues tampoco el termino amor que se describe refleja a una actitud de romanticismo, sino la entrega del cuerpo físico a lo que hoy puede ser considerado aberrante, pues su desprendimiento humano hasta el punto de ser animales siguiendo instintos incomprensibles, guían sus vidas y existencias aun estado de decadencia.
Es así como la obra encara una faceta retadora y poco comprensible, pues a una lectura superficial, la trama resulta ser agresiva y poco factible, pero frente a un análisis más profundo, podemos llegar a una conclusión realista del ser humano tras sus pulsiones, un atiborramiento de pensamientos e ideas suprimidas y su tendencia de abolir cualquier acto que desafíe lo moral.
Sextual
Eduardo Bautista

Referencias
https://www.youtube.com/watch?v=OdL70BZDkJY
https://www.youtube.com/watch?v=R2ISq45l1DE
https://www.youtube.com/watch?v=vOook6bKU2Y
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