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NO ERA LO QUE ESPERABA 

  • Foto del escritor: Monte de Venus
    Monte de Venus
  • 23 jun 2019
  • 3 Min. de lectura

Llevábamos cinco de años de habernos conocido y comenzamos a salir. Nunca me imaginé que pudiera tener una relación con él; yo sabía que vivía enamorado de mí, pero él jamás se me hizo atractivo. Ese era un gran problema. Sin embargo, era muy amable, atento y lindo conmigo cada que salíamos con otros amigos. Una vez que terminé la preparatoria, comenzamos a salir durante las vacaciones de verano. Visitamos varios restaurantes, parques y cines hasta que nos acostumbramos a estar todos los días juntos realizando actividades divertidas.


Conforme los días iban trascurriendo, la persona que jamás se imaginó estar con él, o sea yo, se encontraba profundamente enamorada. Para ese entonces, él vivía con un roomie que también era su mejor amigo.


Ambos vivían en una “choza de puerco”. Era evidente, dos individuos llenos de testosterona significaban desorden, suciedad y borracheras, pero él buscaba siempre la forma de confortarme y consertirme. Se excusaba echándole la culpa a su amigo. Lo bueno es que después de seis meses de relación, él decidió que era momento de dejar de vivir con su amigo. Debía comenzar una vida más seria y responsable para poder crecer como persona.


Su padre le dio un apartamento pequeño, ideal para dos personas, en un lugar céntrico y con estacionamiento. Todo se “vendió” de forma perfecta. Mudó sus cosas, compró nuevos muebles para la sala, artículos de cocina y estábamos listos para comenzar una nueva etapa, pero no la que incluía vivir con él todavía. Yo seguía en la universidad y en el horario matutino, aún estaba muy primeriza para esas cosas, no obstante, saliendo de la escuela iba para el departamento a comer, ver películas o solo charlar. La diferencia de edad era de cinco años; él, graduado y con trabajo, pero no era oficinista y no tenía horarios fijos lo que causaba fuertes discusiones entre los dos. Las batallas iban en aumento. Comenzó a surgir mi intolerancia al desorden y la suciedad.


Cuando pasé al turno vespertino, hablé con mis padres para ver si extistía la posibilidad de irme a vivir con él entre semana sin causar una tercera guerra mundial. Ellos accedieron de forma bastante rápida. Solo opté por traer ropa y cosas de higiene personal. Al principio, se crearon “acuerdos” para vivir tranquilamente: la limpieza debíamos realizarla entre los dos, no podía existir ropa tirada en el piso y lavar los trastes era una batalla sangrienta, sin embargo, intentábamos buscar una convivencia balanceada. Conforme aumentaba mi instalación, la presión de la olla se potencializaba. No podía intervenir en su rutina de videojuegos o colocar un recipiente para fruta porque no había espacio. El orden de la casa comenzó a desaparecer, la comida se pudría en el refri, el baño se convirtió en público y mi vida empezó a ponerse de cabeza. La tranquilidad se fue, era imposible bañarme en un lugar limpio, no había espacio para prepararme algo decente de comer; la felicidad se había terminando.


Mi estrategia para poder mantener la relación fue no involucrarme con esos detallitos hogareños y seguir con mi rutina sin involucrarme en esos errores. Traté de convivir con él, salir y pasar buenos ratos a su lado, pero, en realidad, aun con una venda en los ojos, no pude continuar fingiendo la felicidad. La distancia comenzó a ser evidente, evitar los actos de intimidad hacía que todo se convirtiera en una bomba atómica y, pese a que aposté por intentar hablar de nuevo sobre estos temas básicos, no sirvió de nada. Con básicos me refiero a que antes de comenzar a vivir con alguien debes acordar ciertos términos.


Es importante que cuando tomas la decisión de vivir con alguien conozcas los hábitos y costumbres que tiene en torno al hogar. También, todos los acuerdos se deben establecer para que ambos puedan ser felices bajo del mismo techo y, en caso de incumplimientos, qué procedera. El amor no es la única variable que fortalece la prosperidad de la relación.



Voces de Venus

Eva Sevilla


 
 
 

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